¿PERIODISTAS? DEL ¿CORAZÓN?

La globalización ha llegado a todos los ámbitos de nuestra vida y como no podía ser menos, ha llegado también a algo muy íntimamente ligado con nuestra idiosincrasia como es el cotilleo. Donde antes las lenguas viperinas alcanzaban a una calle, un barrio o en sitios pequeños a todo un pueblo, hoy como resultado de la dichosa globalización, a los/as cotillos/as, sus ansias de chismes, este ámbito territorial se les ha quedado pequeño y ya hablar de las cosas de las vecinas no les llama la atención y quieren hablar y estar enterados/as de los chismes de eso que hoy se ha dado en llamar famoso/a.
Como lo que se oferta es consumido ávidamente, aunque algunos dicen que en este caso concreto la oferta es producto de la gran demanda, esto ha hecho proliferar una fauna ¿periodística? que algunos han etiquetado como "rosa" y otros los mas "del corazón" y que vistos los derroteros que está tomando este tipo de ¿prensa? sería mas propio llamarla "de la entrepierna".
Prensa del corazón era una etiqueta que tenían revistas del tipo Hola o Semana, hace ya años, cuando nos mostraban a artistas o personajes de cierto renombre, en su vida habitual, en sus noviazgos, en sus vacaciones o en cualquier acto público.
Estos personajes eran reflejados de forma glamurosa, con bastante respeto y mostrando su parte mas amable, pero empezó el boom televisivo y ya no había que llenar unas páginas a la semana o cada quince días, sino que había que sorprender diariamente y con una competencia atroz, ¿que había que hacer para luchar contra tanta competencia diaria?, sencillamente dar mas "carnaza" mas escándalos y noticias donde el morbo sustituyera al glamur y buscar a unas personas dispuestas a darlo y aparecieron en nuestro país toda una serie de personajillos/as cuyo único mérito en la vida había sido acostarse con todo bicho viviente o decir que lo había hecho, pegarse como una lapa a alguien realmente famoso para lograr que lo/a fotografiaran con él o ella y a raíz de eso echarle imaginación y cara dura. Para estos personajillos y para estos ¿periodistas? todo vale y no existe para ellos ninguna barrera, ni siquiera la de la verdad, los primeros, porque si cualquier fama es efímera, la de ellos es mucho mas y los segundos porque con tal de que no muera esa gallina de huevos de oro, se echan a defender con uñas y dientes la "libertad de expresión" como si el destino del mundo dependiera de saber con quien o con cuantos se acuesta uno de estos personajillos.