martes, 17 de noviembre de 2009

DECIR AMIGO

Hay un refrán que dice "quien tiene un amigo tiene un tesoro" y realmente es así. La verdadera amistad es uno de los sentimientos mas limpios y desinteresados que puede sentir una persona, un sentimiento digno de ser cuidado, alimentado y mimado, pues como dice el refrán es un verdadero tesoro y los tesoros ya se saben son escasísimos.
Muchas personas presumen que tienen muchos amigos y de que son amigos de todo el mundo. Podíamos pensar que esta persona es muy afortunada, pero seguramente si indagamos un poco llegaremos a la conclusión de que lo que es es muy ilusa.
Para saber si uno tiene un verdadero amigo o si uno es un verdadero amigo de alguien, bastaría con hacerse algunas sencillas preguntas y además pocas.
Estarías dispuesto a acudir a su llamada cuando tu amigo te necesite, sin importar hora, tiempo o cualquier otra circunstancia insalvable.
Si tu amigo te pide, por ejemplo 6000 euros, serías capaz de contestarle con una sola pregunta, ¿para cuando los necesitas?.
Si tu amigo tiene un problema, eres capaz de detectarlo y acudir en su ayuda sin que tenga que pedírtelo explícitamente.
¿Serías capaz de sacrificar algunos caprichos por ayudar a esa persona?
Si crees que eres capaz de responder con un sincero SI a estas preguntas, y tu amigo tiene la misma contestación, ambos podeis decir que contais con un verdadero amigo, si alguna de estas preguntas os plantea alguna duda a la hora de contestar o simplemente una vacilación, ambos tendreis un conocido pero nunca un amigo de verdad.
Como dice Serrat en una canción que lleva el mismo título que esta entrada: Decir amigo es decir lejos...y antes fue decir adios....y ayer y siempre...lo tuyo nuestro....y lo mio de los dos.
Tambien dice: Decir amigo....no se hace extraño...cuando se tiene....sed de veinte años....y pocas pelas....y el alma sin medias suelas....
Y es que con veinte años amigo es cualquiera que se una a nosotros para salir de copas, pero que mal le sientan a la amistad las medias suelas con las que el tiempo nos obliga a ir remendando nuestra alma y que pocas amistades son capaces de superar estos remiendos, pero una cosa está clara, podemos hablar de amigo cuando el sentimiento de la amistad ha sido capaz de superar las medias suelas.

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