viernes, 19 de marzo de 2010

SOLO SE SABE LO QUE DUELE CUANDO TE TOCA A TI

La muerte del primer miembro de la gendarmería francesa a manos de ETA, ha supuesto para los franceses un duro golpe, mas aún cuando creían que esto no les iba a pasar nunca a ellos y que estarían a salvo gracias a que durante mucho tiempo consintieron que tuvieran allí su santuario.
El mirar para otro lado cuando albergas en tu casa a criminales de esta calaña, nunca es sinónimo de inmunidad, mas bien todo lo contrario y lo mismo que el que siempre está jugando con fuego termina quemándose, la actitud francesa de dejar hacer a los miembros de ETA tenía que terminar tarde o temprano de esta forma.
Resultan un poco chocantes los aspavientos que han hecho las autoridades francesas por esta muerte, se ve que les falta práctica para aceptar estos hechos. En España seguramente habrán muerto unos cientos de personas por la actitud francesa de proteger y no perseguir a estos individuos, bien es verdad, que últimamente esta actitud ha cambiado considerablemente, supongo que por coherencia, no se podía permitir que en Francia campara a sus anchas una banda terrorista cuyo objetivo es atentar contra los intereses de un país junto con el cual, formaban parte de una Comunidad Económica Europea y en el que cualquier idea se puede defender democráticamente.
Tardaron mucho los franceses en darse cuenta y han tardado mas en sentir en sus propias carnes el dolor que supone la pérdida de una vida humana, y eso que esta muerte se ha producido en un tiroteo en el que cualquiera podía haber resultado muerto, imagínense que hubieran sentido si el asesinato se hubiera producido a sangre fría, por la espalda y con un tiro en la nuca o si hubieran resultado muertos varias mujeres y niños como ha sucedido en España en muchas ocasiones.

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