Dado el intenso tráfico que soportamos en Palma del Río, algunas veces desde el ayuntamiento se ha aconsejado a los ciudadanos que dejemos atrás el coche y vayamos andando.
Si a alguno se le ocurre hacer caso de este consejo, se dará cuenta del inmenso placer que supone pasear por nuestras aceras y mas si lo que quieres es disfrutar de un paseo bajo la lluvia, con tu paraguas en plan malancólico.
Seguro que para lo que no te sirve es para relajarte, tal será el cabreo que agarrarás cuando cada dos por tres pises la loceta del acerado que esta suelta y te llegue el agua hasta la rodilla, para colmo al sentir el chigatazo de agua, el instinto te hace dar una especie de saltito y llevas todas las papeletas para terminar con una pierna mojada y la otra con una mierda de perro en la suela de tu zapato. El cabreo hace que te acuerdes de la familia de todos los de urbanismo, albañiles incluidos y de la de todo dueño de perro que va dejando mensajes por las aceras.
Se me ocurren varias preguntas para nuestras autoridades:
1ª.- Es que no hay albañiles en este puto pueblo que sean capaces de colocar bien las locetas del acerado. No será porque no le echan horas a las calles.
2ª.- No se les cae la cara de vergüenza que en cualquier acera te puedas encontrar las mierdas de perro por docenas y
3ª.- Piensan solucionar estos pequeños problemas alguna vez, o es que ni para eso sirven.
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