Con este título he querido copiar aquel anuncio de hace unos años en la tele cuando se referían al abandono de mascotas en la carretera.
Este título no va por las mascotas, desgraciadamente va por unos seres, que después de habérnoslo dado todo en la vida, de no haber vivido para que nosotros podamos tener un futuro mejor, dejamos abandonados. al igual que en aquel anuncio abandonaban a las mascotas, cuando mas nos necesitan y lo que todavía es mas egoista por nuestra parte, cuando ya no nos pueden ellos ayudar,son por supuesto, nuestros padres y madres.
Estas personas que han pasado su vida solo trabajando y pensando en sus hijos, que con treinta y tantos años todavía tenían que aguantar en casa y que cuando creían que les había llegado el descanso, tuvieron que empezar a criar a sus nietos, a llevarlos y traerlos al colegio, al médico, o al parque. Sus nuevas "obligaciones" le impidieron poder irse de viaje con el INSERSO, poder disfrutar de una vida tranquila y apacible. Total porque sus hijos/as nueras/yernos tenían que trabajar los dos (es que tienen que pagar mucho de hipoteca),ya que en sus diez u once años de novios no habían ahorrado ni un chavo, todo se les había ido en vacaciones, fines de semana y caprichos.
Pues bien el pago que muchos reciben por todos esos desvelos, por esa vida de esclavitud por el bien de sus hijos, es que cuando ya no son útiles sus "agradecidos" hijos les buscan una residencia y tranquilizan sus conciencias diciéndole a todo el mundo lo bien que están en ella sus padres.
Y un carajo, como pueden estar bien estos padres cuando se les priva de estar con sus hijos y nietos (por que a nada que sean un poco mayorcitos, no los vuelven a ver como no sea en las fotos que guardan en sus carteras), ni sus mismos hijos acuden a verlos con regularidad (no tienen tiempo) y todavía tragándose su amargura le explican a a las cuidadoras que sus hijos los quieren mucho pero que no los pueden tener en casa (les falta espacio y además trabajan mucho). Ellos nunca dirán que a sus hijos lo que les falta son sentimientos y lo que les sobra es egoismo, porque ese es el asunto que no están dispuestos a devolver los desvelos de toda una vida, que no son capaces de sacrificarse y ofrecerle a sus padres una vida feliz en los seis o siete últimos años de su existencia.
En las residencias puede que esten bien alimentados y cuidados, demos esto por hecho, aunque salgan a la luz cada casos......, pero les va a faltar, precisamente cuando mas falta les hace, el cariño de sus familiares y muy especialmente el de sus nietos y esto hará que pasen los últimos años de sus vidas con una inmensa amargura y deseando que llegue el día que dejen de "molestar". Eso sí, diciendo siempre que sus hijos son muy buenos y que volverían a hacer por ellos lo mismo que hicieron cien veces si hiciera falta.
martes, 16 de febrero de 2010
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