lunes, 11 de enero de 2010

EL HUEVO DE LA SERPIENTE

Lo que ha sucedido estos últimos días en Rosarno (Calabria, Italia) es el resultado de toda una serie de actuaciones de tipo fascistoide del gobierno italiano, que empezó a incubar el huevo de la serpiente y que, sin querer o queriendo, mas bien lo último, ha conseguido hacerlo explotar.
Cuando un gobierno como el del irresponsable e impresentable Berlusconi, se dedica a empozoñar el ambiente, a calentar a la masa y a señalarle un chivo expiatorio, ¿que puede esperar?.
Nadie nada mas que él y su gobierno han preparado este caldo de cultivo y por lo tanto son responsables de los resultados, por mucho que ahora quieran hacer el paripé de la llamada a la cordura.
Es muy peligroso, y de este ejemplo tendríamos todos que aprender, despertar al monstruo que por desgracia nunca desaparece por completo de nuestras sociedades, a lo mas que hemos llegado ha sido a conseguir adormecerlo, pero está siempre ahí, dentro de nosotros, y despertarlo lo podemos hacer en un momento, pero conseguir que vuelva a adormecerse nos puede costar mucho tiempo y lágrimas.
Tenemos la obligación de mantenerlo dormido, no hay que esperar a que el Papa o cualquier demagogo al uso, nos recuerde lo obvio, ya sabemos que los inmigrantes son seres humanos que merecen todos nuestros respetos, es mas, tenemos la obligación de detener y hacer callar a quien quiera despertar el odio (el monstruo) hacia estas personas. Entre otras cosas porque quienes quieren hacer esto utilizan los mismos y manidos argumentos que otros miserables como ellos utilizaron, no ha mucho tiempo, contra nosotros o contra nuestros padres, cuando tenían que irse a otras tierras a ganarse el sustento. Y si alguno comete un delito, pues al igual que hay que exigir los mismos derechos hay que exigirles las mismas obligaciones y que nuestras leyes le sean aplicadas a ESE delincuente en la misma medida y con las mismas garantías. Todo lo demás es contribuir a que ese "huevo de la serpiente" consiga eclosionar.

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