Palma del Río pasó de ser uno de los pueblos mas reivindicativos en temas laborales de la provincia de Córdoba a ser un pueblo donde los convenios y los derechos laborales de los trabajadores se los pasaba la patronal por el forro de sus caprichos.
Hace unos años, antes de la llegada de inmigrantes, se toleraba esta situación por conveniencias de los trabajadores, que no querían exigir mucho para no hacer las cosas legalmente, como por ejemplo, apuntar todos los días trabajados y así poder cobrar el paro, cosa que hoy le echan en cara algunos patronos, acusándoles de defraudar al estado y sin darse cuenta que ellos eran cómplices y por lo tanto tambien responsables de este fraude. Durante el periodo de bonanza económica, estos patronos siguieron explotando a los trabajadores y al igual que antes, se le toleraba tambien esta explotación, esta vez como los explotados eran trabajadores extranjeros, pues a los trabajodres locales les importaba un pimiento al igual que a los sindicatos mayoritarios; pero como dice el refrán cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar y tambien sirve de ejemplo aquello que decía Bertolt Brecht de primero fueron a por los judios y yo no hice nada porque no era judio, despues fueron por los comunistas y tampoco hice nada porque yo no era comunista....... y hoy vienen a por mi y no hay nadie que me defienda, en definitiva, lo que no hay que olvidar es que estamos en tierras de caciques y cacique es todo aquel que tenga la ocasión de explotar a alguien y se lo permitan, por lo que los trabajadores nunca deben permitir que se explote a otro trabajador, independientemente de donde sea este, o a ver ¿donde ha quedado el internacionalismo proletario? y no me digan que eso ya no se lleva, no es cierto, pueden caer los sistemas pero nunca deben caer los principios.
Nosotros olvidamos nuestra condición de trabajadores emigrantes y permitimos e incluso les hicimos a los que llegaban a nuestra tierra las mismas perrerías que nos habían hecho a nosotros y ahora puede ser que esto sea solo la penitencia que tenemos que pagar por haber olvidado tan fácilmente todos los trabajadores tenemos un enemigo común que no son otros que los explotadores de siempre.
martes, 27 de octubre de 2009
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