Hay que ver lo pronto que se le pegan a los políticos las coletillas, palabras y frases sin sentido y otras chuminadas por el estilo. Frases como "violencia de género", "discriminación positiva", palabras como "transversalidad" y coletillas como lo que ahora siempre se escucha, cuando informan de unas jornadas sobre historia y que no es otra que "hay que investigar y conocer nuestra historia, para poder comprender mejor el presente y vislumbrar el futuro".
Parece que si no se justifica convenientemente, en el caso concreto de la historia, como que da la impresión que no se quedan tranquilos. Señores políticos investigar y conocer nuestra historia es una obligación y la única razón para ello no debe ser otra que simplemente esa, conocerla y para ello hay que investigar.
El género humano, por el hecho de conocer su pasado, ni va a evitar errores cometidos anteriormente ni va a ser mejor, no olvidemos el dicho de que el "hombre y la mujer son los únicos animales que tropiezan, dos, tres, cuatro....... (y todas las veces que pasen delante de ella) con la misma piedra y por supuesto no sabemos o no queremos saber a donde nos lleva este presente y del futuro nadie sabe nada desde que desaparecieron los brujos anténticos y han ocupado su sitio visionarios y adivinos televisivos de tres al cuarto y economistas agoreros, que sabían perfectamente lo que iba a pasar, lo único es que para no alarmar, hasta que no pasa no lo dicen.
Así señores políticos déjense de tonterías y frases huecas, conocer nuestro pasado es una necesidad del ser humano desde la prehistoria y ya lo hacían bien a través de la tradición oral, bien a través de dibujos y por último a través de la escritura.
Hoy desgraciadamente es cuando la mayoría de la población sabemos menos de nuestro pasado y no del pasado lejano, sino del pasado cercano, y si no pregunten a los estudiantes de secundaria o incluso universitarios qué saben por ejemplo de nuestra transición u otros episodios cercanos de nuestra historia.
Concluyendo, la investigación y el conocimiento de nuestra historia es hoy una necesidad prioritaria, puede que mas que nunca, y no hay que justificarla con nada, es la necesidad de conocer por conocer sin más, y las jornadas Portocarrero no deben tener otra justificación que esta.
martes, 13 de octubre de 2009
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