El derecho a huelga, como otros muchos derechos suprimidos durante la dictadura, fue un logro de los trabajadores que hasta entonces solo podían asentir y callar con lo que les ordenaran.
El próximo día 29 hay convocada una huelga general para tratar de parar la reforma laboral que el gobierno ha impuesto ante la falta de acuerdo durante dos años entre patronal y sindicatos.
El asunto es complejo, por un lado todos están de acuerdo en que hay que reformar nuestro mercado laboral, pero en los dos años que han tenido, lo que se ha dado en llamar agentes sociales, han sido incapaces de llegar a un acuerdo y ante esta falta de entendimiento y la necesidad de una reforma, el gobierno a optado por legislar una que parece ser que tampoco cuenta con el beneplácito de nadie. Cuestión peliaguda, ya que parece que aquí se es incapaz de negociar y el único objetivo de todas las partes es imponer su criterio y eso será cualquier cosa menos negociar. De nuevo nos encontramos en un callejón sin salida y ya se va quedando pasado de moda aquello de que "todavía no tenemos una cultura democrática", si después de treinta años de democracia, todavía estamos en ese punto, me temo que nos moriremos sin haberla alcanzado.
Ahora viene la segunda parte, y aquí se nota mas todavía la falta de cultura democrática. Llevamos mas de dos meses con la huelga general anunciada por parte de los sindicatos, en los catorce días que faltan los agentes sindicales y partidos que apoyan la huelga harán campaña a favor con octavillas, reuniones, ruedas de prensa y todos los medios a su alcance, o sea, que para el día 29, salvo que se haya estado en la luna o lugar parecido, todo hijo de vecino tiene que tener información al respecto de la huelga. A pesar de todo esto, el día 29 volveremos a ver lo que eufemísticamente se llaman a si mismos "piquetes informativos" que tratarán por todos los medios de impedir otro derecho fundamental de todo ciudadano, que no es otro, que el derecho a haber decidido no ir a la huelga.
¿Razones? las que sean, en una democracia se supone que nadie tendría que dar explicaciones de por qué hace uso de un derecho y lo mismo que era una aberración que no se les permitiera a unos trabajadores ejercer el derecho a huelga, también lo es el que no se les permita a otros trabajadores el derecho a trabajar.
Señores la democracia es así, y una de las premisas fundamentales en una democracia siempre debiera ser que el derecho de unos nunca se consiga a base de pisotear el derecho de otros.
El derecho de huelga debería tener una normas parecidas a las de las elecciones, tú haces campaña, toda la que que seas capaz de hacer, hasta el día anterior y ese día ni pancartas, ni pegatinas, ni nada y mucho menos "piquetes informativos" que a esas alturas pasa como mas o menos decía una chirigota de Cadiz "o es que no nos hemos enterao o es que tu no te has explicao".
martes, 14 de septiembre de 2010
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