Parece un contrasentido pero no lo es en absoluto, las grandes personas, como José de Sousa Saramago, que dejan tras de sí un legado tan importante, nunca mueren, solo pasan al plano superior de la eternidad.
No solo son los viejos rokeros los que nunca mueren, digamos que son todos los genios, en cualquiera de las facetas creativas, los que tienen ese privilegio. Figuras como Dante, Miguel Angel, Cervantes, Lope de Vega, Picaso, Van Gogh, etc., a muchos años de su desaparición están mas vivos que nunca, algunos para su desgracia mas vivos que cuando andaban por este mundo.
No obstante en estos días, tan cercanos todavía a su desaparición, es lógica la tristeza sincera demostrada por muchas personas que lo trataron y quisieron y el oportunismo de otras que aprovechan cualquier ocasión para lo que se dice "chupar cámara", aunque en este caso hay que decir que el respeto y la admiración que su figura transmitía era casi unánime y digo casi unánime porque como siempre pasa, hay un grupo que se empeña en rodar cuesta arriba.
Este grupo que no es otro que el de los grandes gurús de la iglesia católica se han despachado a gusto en su boletín oficial LÓsservatore Romano tras su muerte, ahora que no puede defenderse. Este diario ha querido "descalificarlo" llamándole extremista, antirreligioso, marxista, irreverente, etc.
De lo que ellos no quieren enterarse es de que hay muchísima gente que tiene sobre ellos la misma opinión de Saramago porque si antirreligioso, para ellos, es no estar de acuerdo con la doctrina vaticana, habemos muchos que somos antirreligiosos, irreverente por decir lo que dijo sobre el Dios que ellos defienden, irreverentes son ellos, ya que la doctrina de Jesucristo está mucho mas cercana al marxismo que la doctrina vaticana. La doctrina de Jesucristo habla de perdonar, nunca de encarnizarse con un contrario y mucho menos cuando este ya no puede defenderse, eso no es de ser cristianos eso sencillamente es de ser cobardes y" mu mala gente".
lunes, 21 de junio de 2010
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