lunes, 3 de mayo de 2010

LAS OBRAS FEIL

El Fondo Estatal de Inversión Local es una ocurrencia del gobierno para parchear e intentar capear el temporal de la crisis. Un temporal que en intensidad, primero el gobierno veia como una marejadilla, después pasó a considerarlo mar gruesa para mas tarde tener que aceptar que era mar enorme. No acertó en el diagnóstico y como consecuecia de este fallo, tampoco acertó en el tratamiento ni por supuesto en el tiempo recuperación y lo que estimó que era una galerna se ha convertido en un huracán cuya duración nadie se atreve ya a predecir.
Una de las muchas y alocadas ideas ha sido el dichoso FEIL, que en la realidad no ha dejado de ser un PER o PROFEA cualquiera, del que además de los albañiles se benefician también las empresas constructoras.
Resulta curioso que el gobierno conceda cuantiosas ayudas en dinero público, a los dos sectores que mas han contribuido con sus desmanes y especulaciones a provocar la actual crisis: el sector bancario y el sector inmobiliario y de la construcción, mientras desatiende al resto de sectores productivos del país, que ni han ganado dinero a espuertas, ni han provocado con su inconciencia esta crisis que padecemos y que cada día que pasa hay mas dudas de que se pueda salir con bien de ella.
Para colmo el gobierno solo piensa a corto plazo y quiere poner parches donde hay una inmensa grieta. Que si los 400 € del IRPF, que si el FEIL, que si ayudas suplementarias para los que dejan de cobrar el desempleo (¿se ha preguntado el gobierno por qué muchos trabajadores de la construcción, que en teoría llevaban trabajando a todo gas al menos durante ocho o diez años, solo les ha durado el desempleo 10 o 12 meses?), que si ayuda para la compra de coches y del montón de millones de euros entregados a las entidades financieras, ni hablemos.
Todos estos dineros son pan para hoy y hambre para mañana, mucha hambre para mañana, pasado y al otro, pues el endeudamiento del estado no lo van a pagar el PSOE ni el PP, lo vamos a pagar con creces todos los españolitos que no tenemos el futuro asegurado como ellos y a los que seguirán pidiendo que nos apretemos el cinturón hasta que tengamos cintura de avispa, mientras ellos a seguir tirando con pólvora de los contribuyentes.

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