LOS DEMÓCRATAS NO EXISTEN

Los occidentales ponemos la boca grande, grande, para hablar de democracia, de derechos humanos, de libertades y sin embargo se puede decir que en todo Occidente, los demócratas de verdad, se pueden contar con los dedos de una mano y seguramente nos sobrarían mas de cuatro.
Siempre se ha dicho que de lo que uno mas presume, es de lo que se carece y por mucho que presumamos de demócratas, para desgracia nuestra esta es una especie que se extinguió hace ya mucho tiempo si es que alguna vez ha existido realmente.
Cuando la doctrina marxista empezó a poderse poner en práctica con el triunfo de la revolución rusa y después con su extensión a muchos paises, estos paises procedentes de autarquías militares o reales lo primero que hacían era añadirle a lo de República el adjetivo de democrática, cuando en esos paises en lo único que era válida la palabra democrácia, era en el nombre y así todos recordamos la RDA (República Democrática Alemana) o la República Democrática del Congo etc, etc.
En los paises con una doctrina marxista o cualquiera de sus muchas variantes estaba claro que la democracia brillaba por su ausencia, pero resulta que en los paises que llamábamos del bloque Occidental pasaba tres cuartos de lo mismo. Bien es cierto que las libertades eran mayores, que los derechos humanos eran aparentemente mas respetados, pero ninguno pasaba la prueba mas mínima del algodón para poder llamarle demócrata.
Siempre hemos estado gobernados por un imperio y hemos sido lo que a ellos les ha interesado que seamos. Este imperio y sus grandes aliados, no dudaban en imponer, mantener y apoyar a dictaduras de lo mas sangrientas con tal de que estas coloboraran con ellos. Ellos mantuvieron y apoyaron a dictadores como Franco, Somoza, Pinochet, Salazar, Videla, Stroesner, Mubarak, Sadan Hussein,Hassan II, Ben-Ali, y otros muchos, consintiéndoles a estos todo tipo de tropelías, enriquecimientos ilegales, ruina de sus paises o lo que se les antojara, siempre que estos sanguinarios siguieran siendo dóciles y útiles a sus intereses. Cuando estos dictadorzuelos dejaban de serles útiles, sencillamente los quitaban de enmedio con cualquier cínica excusa como pasó con Noriega en Panamá o Sadan Hussein en Iraq, llevando en todos casos mas muerte, miseria, corrupción y desolación a la población civil de estos paises.
En resumidas cuentas, parece que el binomio ser demócrata y ser humano es poco menos que imposible y además su entusiasmo por la democracia es inversamente proporcional a la cercanía que este ser humano tiene con el poder.