Como culminación de casi todo un año dedicado al recuerdo del añorado Padre Paco, ayer domingo se inauguró la estatua didacada en su honor y que de aquí en adelante nos hará recordar aún mas, cada vez que pasemos por San Francisco, aquella estampa suya, siempre con una sonrisa en los labios y unos gestos amigables hacia todo el que se le acercaba.
Todos los actos que se han llevado a cabo durante estos meses, han sido fruto del trabajo de muchas personas, muy especialmente de la comisión que se nombró para coordinarlo todo, pero tambien es el fruto de todo el cariño de otra mucha gente, que sin ser miembros activos de la Parroquia y en muchos casos ni siquiera religiosos, sentían hacia este cura un sentimiento de aprecio muy especial, como es de todos sabido.
Seguro que él allá donde se encuentre, se habrá ruborizado ante tantos homenajes a su persona que considerará sin duda desmedidos, pero tambien comprenderá que todos han sido hechos desde el corazón de todos los que lo conocimos y el cariño cuando se da así de espontaneamente no tiene medida y por supuesto con lo dificil que es ponernos de acuerdo para algo a los palmeños, no cabe la menor duda que todo el mostrado hacia su figura es verdadero y de todo corazón.
Solo cabe esperar que este monumento con el que gran parte del pueblo ha contribuido para expresar su recuerdo hacia el Padre Paco, sea respetado en toda su integridad y no tengamos la desagradable sorpresa de encontrarnoslo un día con alguna pintada.
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No conocí al cura Paco, me hablan bien, en Córdoba bustos de cardenales de gran poderío económico y de algún curilla de los pobres actuales(caso padre Morales en el Parque Cruz Conde)se ven cerca de sus iglesias...Nunca los pintaré pero tengo el derecho a pensar que faltan entonces muchas dedicatorias a mujeres y hombres que se merecen desde su vivir y quehacer con los demás un respeto desde el corazón de la humanidad laica...que tiene menos recursos como sabes
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