He pasado delante del muro de la vergüenza esta misma mañana y me he dado cuenta que siguen con las tareas de "restauración" por un lado hay una persona picando (con pico de picar) justo en la base del torreón que esta al terminar la calle los Rosales y otras personas alrededor de los restos de muralla que han quedado fuera del mencionado muro, a los que me he dado cuenta estan colocándoles unas cuñas de un material que si no es "ese tapial armado" que están poniendo en todos sitios, es muy parecido ( grava, cal, cemento en cantidad y agua, usease, hormigón de camuflaje).
Curiosamente me he estado fijando en las personas que están realizando estas labores y resulta que los conozco y les puedo garantizar que ninguno es licenciado, como no sea de la mili, restaurador ni arqueólogo y están interviniendo en un recinto amurallado que si mal no recuerdo es un Bien de Interés Cultural (para que veas Chevi que no hay que irse tan lejos como el pais vasco para ver animaladas en el patrimonio).
Con las cuñas que se están poniendo a los restos de muralla pasará lo siguiente, cuando con los cambios de clima empiecen a dilatar, estas que por los materiales que contienen son mas fuertes empezarán a desplazar al matarial original y se producirá el mismo efecto que si metemos una cuña de madera dura en otra mas blanda y la humedecemos, la cuña irá rajando a la otra madera.Como esto no es una cosa nueva podemos pensar dos cosas: una, que la persona que ha ideado esto anda justito, justito de luces y no haya caido o dos: que ese sea el efecto que se quiere conseguir a un corto-mediano plazo y justificar entonces una retirada de estos restos. No es que uno sea malpensado, es que es justo lo que han hecho en el caso de varias casas superprotegidas en las normas urbanísticas que quisieron tirar los compradores-constructores y esta fue la coartada para dejarlos hacer.
lunes, 31 de agosto de 2009
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