DE BODAS, BODORRIOS Y ETIQUETAS

Hay que ver la que se organiza en este pueblo cuando casan a alguien/an de familias de medio pelo hacia arriba. Ya no hay bastante conque todos los individuos que asisten vayan con su correspondiente traje y encorbatados (uniforme con el que se conoce al que va de boda, lo mismo que el que ha cogido las vacaciones se le distingue por el imprescindible pantalón corto, tipo chavo del 8) eso es muy vulgar y así va cualquiera, ahora para hacer distinción de clase hay que ir de pingüino, y digo pingüino porque no se distinguir el chaqué del smoking, no importa el calor que haga (lo del ridículo es cuestión de opiniones) hay que hacer la catetada, joder parece esto Madrisss. Está claro que nunca he soportado las etiquetas, coño con lo que pican, es lo primero que hago cuando me compro ropa, quitarle la etiqueta, lástima que no se pueda quitar lo mismo, la estulticia de estos pueblerinos, que por mucho que se crean no dejan de ser catetos de pueblo, o mejor dicho, en nuestro caso, de ciudad, que aquí para su desgracia nos conocemos todos.